La noche de ayer se abrió paso el monigote, acompañado de una gaviota y un despachador de gasolina, para ser consumido en una hoguera de la 121 edición del Carnaval de Mazatlán. Entre cientos de mazatlecos y turistas, la figura fue consumida por las llamas, en la fiesta celebrada a un lado del mar.
Por Sibely Cañedo
Mazatlán, 3 de marzo (Noroeste/SinEmbargo).- Al grito de “¡Se merece el paredón”!, la figura del ex Presidente Enrique Peña Nieto ardió en la tradicional “quema del mal humor” del Carnaval de Mazatlán, elegido por los mazatlecos por las acusaciones de corrupción que mancharon su Gobierno.
En medio de la multitud, se abrió paso el monigote, acompañado de una gaviota y un despachador de gasolina hasta llegar junto al Monumento al Venado, donde finalmente fue consumido en la hoguera carnavalera.
De inmediato se dejó sentir la algarabía total en Olas Altas, donde miles de mazatlecos y turistas acudieron para ser parte de la magna fiesta, que en su 121 edición lleva por título “Equinoccio. El Renacer de los Sentidos”.
Bolcheviques y papaquis gritaron a los cuatro vientos la proclama para castigar a quien, según la votación popular, representa los males del pueblo durante el año que acaba de transcurrir.
“Nuestros males eran encarnados por el corrupto Enrique Peña Nieto. Tan malo como los terroristas, los narcos, los malos gobernantes y los bancos usureros”, comentó un asistente.
Pero la condena no quedó ahí.
“¿Dónde roba hoy Peña Nieto, huachicolero mayor, ignorante sin pudor, que solo leyó la Biblia de puro refilón”, añadió otro visitante.
En ese escenario, a un lado del mar, las llamas consumieron poco a poco la figura maltrecha que terminó en un remedo del político priista, quien en su sexenio protagonizó escándalos tan sonados como el de la Casa Blanca.
Así fue cómo en esta ocasión, aunque no es usual “quemar” a un ex Presidente de la República, este año se dio paso al castigo del Rey Momo, que simboliza el repudio a los personajes que hacen daño a la colectividad para dar paso a la alegría de la celebración.
Este sábado de carnaval, la gente no paró de bailar, beber y divertirse. Una vez que mandaron a la hoguera el lastre del mal humor.
